Un color claro, pero neutro como el beige, off white o color arena refleja paz y estabilidad. Solemos despreciar este color en paredes por considerarlo aburrido o anticuado, sin embargo no hay nada más armónico que un color crudo en las paredes. Combinado con alfombras de fibras y muebles de madera podemos crear un remanso de paz.
Como resultado de la pandemia global, las prioridades de muchas personas están cambiando significativamente, para centrarse mucho más en su bienestar. El color puede desempeñar un papel importante en esto, y con los tonos calmantes, restauradores y naturales se crean espacios donde las personas puedan reflexionar, recargar y recalibrar.
El año pasado hemos vivido y trabajado completamente transformados. Hemos pasado por los momentos más inciertos, por lo que es comprensible que veamos que regresan los tonos que se pueden utilizar para invocar la calma y el santuario que la gente necesita.
Además de ofrecer una sensación de tranquilidad, el beige también está diseñado para ser un color versátil que se puede aplicar a una variedad de entornos diferentes. Cambiando de tono a lo largo del día según la luz, el color provoca "ambientes sutilmente sensibles". Es una opción 100% versátil, apta para cualquier cuarto de la casa.
Las dos compañías perfectas para el beige, si se desea dar acentos llamativos son los rojos y rosas y los cálidos como amarillos y ocres. La combinación con madera natural es claramente ganadora.